Y Mientras Tú Creces, Yo Mermo...

Como pasa el tiempo...
Avanza tan rápido como las hojas leídas de un cuento...Como las hojas de los cuentos que te leía...
Ya ha pasado un año desde la última vez que te vi, y poiblemente muchos no lo entiendan, pero te echo de menos.
Pasaste casi dos años conmigo, te cuidé como nunca cuidé a nadie, te protejí como al mejor complice mío que eras. No puedo explicar con palabras la magia que desprendías y que seguro, si los años y la gente no te han cambiado, desprendes.
Nuestras vidas se unieron por casualidad, y hace un año tomaron caminos diferentes.
Tragiste la alegría a casa, nos colmaste de calma, nos hiciste sonreir cuando pensaba que jamás volvería a escucharlos reir.
Me hiciste tu compañera de juegos, de ilusiones, de sueños, de esos sueños de niño que pensé que nunca sería capaz de recuperar. Eso pensaba yo, porque mi madre siempre me acusó de soñadora, lo que no sabe es que soñar se olvida...
Aún me sale una sonrisa cada vez que recuerdo que me llamabas hija, porque era como escuchabas que me llamaban en casa :)
Hay quien piensa que fuiste mi trabajo durante un tiempo, que yo solo me tenía que limitar a irte a buscar a tu "cole de duendecillos" darte de merendar, entretenerte durante la tarde y devolverte a los brazos de tu madre haciéndole un resumen del día: Ha merendado bien, se ha portado bien en la guardería, ha dormido la siesta...
Nadie entenderá, porque yo, idiota de mi, le daba casi más importancia a otras muchas cosas como que su hijo se había reído a carcajadas, que había aprendido a cantar "Hakuna Matata", que te había dado por hacer el !PAH! que hacía el burrito de shrek, que bailaba cuando esuchaba cierta música, que se quedaba quietito cuando le cantaba a susurros, que era capaz de soñar...
Nadie sabe, que para mi cada día era una ilusión, la ilusión de ir a buscarte, de que te llamasen y salieses corriendo a mis brazos gritando mi nombre y chocandote con las paredes del ánsia con la que corrías con tu culete de bebé (esa forma de correr que solo los bebés tenéis), de sueños, de cuentos, de miradas de sorpresa, de abrazos espontáneos que me dabas; y cuando tú me abrazabas, y yo con la sonrisa más inmensa que tengo te preguntaba "¿Y eso?", me respondías "Po que zí". Esas eran tus razones y a mi me encantaban...
Me dejabas entrar en tu mundo, eras una personita muy pequeña pero con un mundo interior enooorme. Nadie lo podrá creer, pero pensabas, tenías momentos de sentarte y perder la mirada que me recordaban tanto a los míos que me asustaba que pudieses entender en lo que pensaba yo.
Me contagiaste con tu inocencia, con tus sueños. Volví a sentirme como una niña en tu mundo perfecto. Recordé cuentos que creí olvidados, jugué a juegos abandonados hacía años. Me (re)enseñaste a soñar...
Siempre me acusaron de soñadora, siempre me acusan de soñadora... Y yo me pregunto, ¿Que es lo que me queda si no soñar?
Estos días están siendo raros, a mi la primavera no me sienta bien... bueno, culparé a la primavera, pero quizá la verdad sea que estoy enfadada conmigo misma...quizá sea eso...
Todo en mundo sabe que si yo tengo dos puntos débiles en la vida, son los niños y los bichines, y que con ninguno de los dos puedo evitar dedicarles aunque solo sea una sonrisa; pero sólo quien me conoce bien sabe que fuiste tú para mi, en que momento apareciste y cuando te fuiste, de que me colmaste...
Y hoy abro el cajón de tus cosas (porque aún me he negado a vaciarlo) y sigue oliendo a ti. Ahí están aún tus pañales, tus calcetines, tu camiseta, tu torito, tu perrín...
Y ayer le decía a alguien, echo de menos su olor, echo de menos dormir abrazada a él, echo de menos hablar con él, echo de menos oir su vocecita, echo de menos que me regale su tiempo, echo de menos mirarle mientras duerme, sus pasitos por el pasillo, cantar con el, sus abrazos, sus sueños, sus miradas...
Sus miradas...con eso me bastaba, lo mágico de este niño, es que sólo con mirarle sabía lo que pensaba, y a mi me daba la sensación de que él con solo mirarme sabía como estaba... lo se... compartía su mundo con él y él conmigo mi mundo...
Solo espero que sea un niño alegre, que sea feliz y quizá que cambie un poco su forma de ser y no se parezca a alguien que yo se...
Se que está bien, que sigue creciendo juntoa a sus padres, pero eso no calma mi nostalgia, aunque me alegre de su felicidad.
Y es que siento en estos días que mientras tú creces, yo mermo.