Pequeños Placeres

De lo importantes que son las pequeñas cosas se habla mucho, se comenta siempre, se dice todo; pero pocas veces se es capaz de experimentar…mejor dicho, POCOS son capaces de experimentar esa sensación…POCOS son capaces de valorar los pequeños gestos, las pequeñas sonrisas que componen los GRANDES momentos…
Me siento afortunada, en eso…yo creo que se…al menos se un poquito…lo suficiente como para dar un cambio radical a un día con un par de amigas, unas cuantas chorradas con estrellas y alguna entrada de concierto…
Si un día despierta con llamadas de teléfono nada agradables, con sueños truncados de nuevo por gente demasiado cercana como para que te de igual; si la mañana se presenta aburrida, ante una torre de apuntes, gris y sin esperanzas de nuevo; los pequeños gestos, pueden hacerla cambiar radicalmente.
Atreverte a hablar con un pollo psicópata en voz alta, sola, sin miedo a parecer ridícula, encender una barrita de incienso, tenerla entre tus manos y simplemente ver como se consume; abrir el correo y ver, que la gente se molesta en contestarte y se preocupa en cierto modo de ti; recibir una llamada de teléfono de una persona que te conoce muy bien y te pone a dos angelitos para que te llamen como solo ellos te llaman; subir el volumen de la música alto, muy alto, tan alto que no puedas escuchar a los fantasmas que residen en tu cabeza y saltar…saltar y recorrer toda la casa…

Pasar por una farmacia, comprar algo para que te duerma el dolor de cabeza (para lo que no necesites agua que una se está desenganchando)y la garganta (y a ser posible tenga mejor sabor con la licipaína) con veinte euros prestados que devolverás cinco minutos después y volverán a ti horas más tarde XD
Dedicar una tarde a comprar chorradas, cascos que se estiran y se encogen (si, ya los veréis que son mucho mejor de lo que parecían y creo que estos si conseguirán que los recoja), zapatillas para pintar, pequeñas cosas con estrellitas, una entrada para un concierto para el que, entre tres “culpables” me han convencido para ir…
Darte cuenta de que tienes la capacidad de ponerte siempre en medio…
Terminar en el cine, entrando un cuarto de hora tarde, que frente a las tres horas que dura la película se hacen insignificantes, cambiarte de zapatos, comer palomitas de colores…
Salir del cine y terminar cenando conos de pizza…si, si, conos de pizza…
Y volver a casa, soltar todo, volver a poner tu música, esta vez bajito, esta vez quieres escucharte repasar lo bien que lo has pasado y la de sonrisas que te han regalado… y quedarte dormida…quedarte dormida CON UNA SONRISA EN LA BOCA, como hace tiempo que no hacías y soñar…soñar que una de tus amigas se casa con su queridísimo y te dejaban ir vestida como quisieses… O.O
Días así son para recordar, días sin penas ni gloria, pero compuestos de pequeños grandes detalles que lo hacen especial, que hacen que te den otros mil cuatrocientos cuarenta minutos para guardar en tu rincón de memoria dedicado a ellos, y poderlos retomar cuando los necesites…
Y volver a sentir la necesidad de dar las gracias a las personas que lo han hecho posible…Y sentirte orgullosa de todos ellos… :D

........................................................................................................................................................................

Y esto empieza a parecerse peligrosamente a un diario...

Y por favor que alguién ponga mi targeta bajo llame y la tire al fondo del mar...