¡Espabila! ¡Despierta! ¡Piensa por ti sola! ¡Es algo magnífico, estupendo, genial y necesario! ¡Es la mayor forma de libertad! ¡Es tu derecho! ¡Es tu deber! ¡Tienes que hacerlo, tienes que lograr hacerlo! ¡No puedes ser un ente sin vida! ¡No hay vida sin sentimiento! ¡No hay vida sin opinión! Deja de pasar de puntillas por la vida, pisa fuerte y contundente. Comete tus errores, tus propios errores y tus aciertos; llévate contigo tus penas y tus glorias; avanza o retrocede por ti misma, que no tengas que arrepentirte nunca de no haber seguido tu voluntad.
Escucha, pero no acates siempre lo que te digan.
Opina, y haz que escuchen y respeten tu propuesta.
Rodéate de todo aquello o aquel que te aporte personalmente los bienes que siempre serán tuyos y nunca perderás: las ideas, los pensamientos, el respeto…
No te rodees de quienes otros quieran que te rodees, sino de quien tú tengas la necesidad de rodearte.
No valores lo efímero, no mires por lo perecedero; lucha por lo eterno.
Nunca abandones a nadie por nadie; no te abandones tu misma al supuesto clímax definitivo y dejes de valorar el placer de lo continuo y duradero y quien te lo ha proporcionado durante años…sin el respeto y apoyo de ellos no sería quien eres ni como eres.
Reflexiona sobre tu pasado y traspasa a tu presente lo que siempre te funcionó, no tienes que renunciar a ello, al menos no ahora.
En definitiva, solo te digo que PIENSES, sólo y nada más y nada menos que eso, que no te dejes condicionar, que no dejes que nadie dirija tus actos en la vida y que seas todo lo libre que se puede llegar a ser, que persigas la felicidad por ti solo y que la alcances; una vez que la tengas podrás compartirla con los demás; serás feliz junto a quien quieras realmente y sin dejar de ser tú; sólo, única y exclusivamente TÚ, sin condiciones; con el único límite que supone el respeto.
Escucha, pero no acates siempre lo que te digan.
Opina, y haz que escuchen y respeten tu propuesta.
Rodéate de todo aquello o aquel que te aporte personalmente los bienes que siempre serán tuyos y nunca perderás: las ideas, los pensamientos, el respeto…
No te rodees de quienes otros quieran que te rodees, sino de quien tú tengas la necesidad de rodearte.
No valores lo efímero, no mires por lo perecedero; lucha por lo eterno.
Nunca abandones a nadie por nadie; no te abandones tu misma al supuesto clímax definitivo y dejes de valorar el placer de lo continuo y duradero y quien te lo ha proporcionado durante años…sin el respeto y apoyo de ellos no sería quien eres ni como eres.
Reflexiona sobre tu pasado y traspasa a tu presente lo que siempre te funcionó, no tienes que renunciar a ello, al menos no ahora.
En definitiva, solo te digo que PIENSES, sólo y nada más y nada menos que eso, que no te dejes condicionar, que no dejes que nadie dirija tus actos en la vida y que seas todo lo libre que se puede llegar a ser, que persigas la felicidad por ti solo y que la alcances; una vez que la tengas podrás compartirla con los demás; serás feliz junto a quien quieras realmente y sin dejar de ser tú; sólo, única y exclusivamente TÚ, sin condiciones; con el único límite que supone el respeto.